EL MUNDO DE AZCÁRATE

Tarazona,  situada a 88 kmts de Zaragoza, representa una de las poblaciones más emblemáticas de Aragón. Voy a dedicarle un pequeño homenaje a esta bella localidad con motivo de la reciente visita de los Príncipes a la inauguración de su catedral.

Tarazona es un municipio romano, en donde se asentaron durante toda su historia cristianos, visigodos, árabes, judíos....Se encuentra emplazada en las faldas del Moncayo y su riqueza patrimonial hace que sea uno de los lugares preferidos por los fotógrafos por sus maravillosas vistas.

Según reza la leyenda, fue fundada por Tubalcaín (hoy el Instituto de Educación Secundaria del municipio), su casco histórico fue declarado Conjunto Histórico artístico. Entre su patrimonio más característico destaca la Catedral de Nuestra Señora de la Huerta, una de las construcciones más importantes del arte mudéjar español habiendose iniciado su construcción en el siglo XII.

La Iglesia de San Francisco fue fundada en 1214, todavía se conservan algunas capillas y muros exteriores, es bonito contemplar cómo varias cigüeñas blancas han construido sus nidos en lo alto de las torres, febrero es uno de los mejores meses para su avistamiento ya que inician su temporada de reproducción y abundan por la zona. Se calcula que en la actualidad hay una veintena de nidos repartidos por toda Tarazona.

 Otra visita obligada es la Plaza de toros vieja, antiguamente aquí se celebraban festejos taurinos, fue declarado Bien de Interés Cultural, construida en el siglo XVIII y  en la actualidad está formado por 32 casas donde habitan ciudadanos locales. No nos podemos olvidar tampoco de la Iglesia de Santa María Magdalena, cuya torre de estilo románico-mudéjar destaca por encima de cualquier otra torre en el casco antiguo, además es el templo más antiguo mejor conservado de la ciudad.

Hay que destacar también el Palacio Episcopal, antigua fortaleza musulmana y posterior residencia vacacional de los Reyes de Aragón.

En el caso de las famosas casas colgadas, hay que hablar de aquellas edificaciones que daban al barrio de la judería, en el siglo XV hubo una amplia comunidad judía  residiendo en Tarazona, la mayor parte de la cual se dedicaba al comercio,  hasta que fueron expulsados en 1492.

Desde los miradores del convento de Nuestra Señora de la Concepción, se pueden vislumbrar algunas de las vistas más bonitas de la ciudad, sus calles, sus gentes y sobre todo el Moncayo nevado con sus 2.300 metros de altitud siendo uno de los picos más relevantes de la Península Ibérica, ahí sigue, siendo el testigo más próximo de Tarazona, custodiando mil y un acontecimientos históricos ocurridos en esta región durante años.

Tarazona es una ciudad de costumbres, la más universal es la del Cipotegato que tiene lugar el 27 de agosto y que se alarga hasta el 1 de septiembre. El Cipotegato (arlequín multicolor) entra en la plaza del ayuntamiento y los turiasonenses le acribillan a tomatazos. La Semana Santa también es muy popular en Tarazona.

Uno de los personajes más emblemáticos que ha dado Tarazona ha sido Paco Martínez Soria, famoso actor de teatro y de cine con obras tan buenas como "La ciudad no es para mí" o "vaya par de gemelos" entre otras muchas. A lo largo del municipio se erige una estatua en su nombre y permanecen leyendas grabadas y murales en las paredes en su honor.

                                                 

Ciudad limítrofe con La Rioja y Navarra, a solo 10 kmts de Soria, es una ciudad que merece la pena visitar en cualquier época del año: por la calidez de sus gentes, por su extenso legado cultural e histórico y sus impresionantes vistas al Moncayo, cuyas nieves  pos invernales comienzan a irradiar a principio de marzo con los días soleados, además, si le añadimos a todo esto la gran oferta turística dirigida a los amantes de la naturaleza y del deporte, propician que Tarazona sea uno de los rincones más genuinos y más bellos de España.