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La Habana, indescifrable punto de partida para recorrer una isla excepcional.

9 diciembre 2013

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  • El malecon de La Habana, con sus 8 kilómetros de largo, es uno de los símbolos de la ciudad cubana.

Visitar la Habana significa visitar un pueblo humilde y sencillo pero al mismo tiempo uno conoce una cultura muy rica, contempla unos edificios arquitectónicos majestuosos y trata con la gente mas acogedora que jamás haya podido conocer.

Ciudad austera y pobre cuenta con algunas de las mayores joyas del continente latinoamericano. El Malecón, el Capitolio, la antigua fábrica de habanos, los cadillacs de los 50 o la improvisada música callejera son algunos ejemplos de la diversidad cultural de este pequeño país caribeño.

La Habana es el principal punto de partida al gran teatro callejero, todas esas vidas tan auténticas que parecen sacadas de una obra teatral de los 90.

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  • Imagen de las calles más céntricas de La Habana.

Cuenta la historia que Cuba a principios del siglo XX era como Benidorm para los ingleses hace 10 años, o Las Vegas en los 70. Una especia de vía de escape para muchos norteamericanos ya que comenzó por entonces la Ley Seca en EE.UU. La Habana durante ese tiempo era una pecaminosa ciudad en una isla caribeña, símbolo de easy money (dinero fácil), prostitución, alcohol, drogas e ininterrumpidas fiestas nocturnas. ¿Qué ocurrió? que llegó Fidel Castro al poder en 1959, se cerraron todos los casinos, la mayoría de norteamericanos regresaron por donde habían venido y La Habana comenzó un doloroso y largo declive, en resumidas cuentas, se acabó la fiesta.

Os divido La Habana, consta de 3 partes: La Habana Vieja, Centro Habana y Vedado.

LA HABANA VIEJA

La Habana Vieja es como una vieja dama desastrada a la que se le adivinan momentos gloriosos de su pasado. Pero esa hermosura antigua todavía es capaz de dejarnos con la boca abierta cuando descubrimos una de las ciudades más deslumbrantes aún entre sus edificios desconchados. Vamos a iniciar un recorrido por este laberinto de calles entre socavones, iglesias de la época colonial, palacetes de ventanas enrejadas y grandes portalones, avenidas columnadas, plazas de una belleza única y fortalezas que nos hablan de tiempos antiguos en los que los españoles combatían contra piratas y corsarios en aguas del Caribe.

Es aquella zona de La Habana que destaca por tener las obras arquitectónicas más majestuosas. Entre estas obras conviene visitar la Plaza de la Catedral, personalmente la más bonita de La Habana, pertenece al siglo XVIII.

La Catedral de San Cristobal, sobresale su imponente fachada barroca y sus dos torres. Al igual que la Catedral anterior, se trata de una de las más antiguas de América. Data también del siglo XVIII. No hay que olvidarse pasear por la plaza más infravalorada de La Habana, la Plaza de Armas. Durante los fines de semana suele haber mercadillos de segunda mano, exposiciones,  mercados de frutas. Cerca de esta plaza se encuentra el Museo del Automóvil, por tan solo 1 CUC (1, 20 euros). Modelos de Pontiac, Ford, Chevrolet...lo curioso es que no hace falta tampoco entrar cuando puedes ver coches más antiguos y más auténticos en cualquier calle de Cuba.

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  • La Catedral de San Cristobal, símbolo no solo de La Habana sino de toda Cuba.

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  • Los famosos Cadillacs y Chevrolets forman un museo viviente de automóviles más que justificado. 

No hace falta ser un gran bebedor para visitar el Museo de Ron de Havana Club. La verdad es que es bastante interesante y explica muy bien el proceso de fabricación. Comprende una deliciosa degustación de la que no conviene cometer excesos para no salir bastante perjudicado del museo.

Por último y cerca de un barrio muy animado se encuentra la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña. Fue una prisión militar y posteriormente el Che Guevara montó su cuartel general dentro de las murallas para presidir las lamentables ejecuciones que se llevaron a cabo después de la Revolución. Hoy en día es un lugar muy turístico y conviene visitarlo a las 21.00 para la ceremonia del cañonazo en donde actores emulan a militares del siglo XVIII recreando el disparo de un cañón sobre el puerto.

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  • El Che Guevara utilizó esta fortaleza como cuartel general después de la Revolución.

Si hay que beber en La Habana, que por cierto se sale y se bebe mucho, recomiendo La Habana Vieja y en especial La Bodeguita del Medio, famoso porque su cliente más popular fue Ernest Hemingway, es un bar caro y todos los turistas lo visitan. Las paredes están llenas de fotos de famosos tomándo sus célebres mojitos.
El Floridita, autoproclamado  "cuna del daiquiri" por ser el invento de un camarero de esta dulce bebida en este establecimiento algo añejo durante la Primera Guerra Mundial. Era un lugar distinguido y frecuentado por americanos ya desde antes de la Revolución. Aquí hay que rascarse el bolsillo también, 7 CUC por copa.

Para los lamineros y adictos al chocolate qué mejor que visitar el Museo del Chocolate, decepciona un poco la verdad, es un lugar más parecido a un café que a un museo pero el chocolate es excelente. La entrada es gratuíta.

No hay duda de que a pesar de la crisis galopante que afecta a las arcas estatales el gobierno cubano está realizando un gran esfuerzo de restauración en la Habana Vieja dirigido por la todopoderosa Oficina del Historiador de La Habana. Y es que estamos hablando de un conjunto histórico de un valor intangible que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace ya casi 30 años. El problema es que lo que está muy nuevo y recién pintado se mezcla en una especie de totum revolutum con edificios cochambrosos sin puertas ni ventanas, desconchados y a medio caer donde sus habitantes viven sin agua corriente y con constantes cortes de electricidad en lo que es uno de los conjuntos coloniales más ricos de la América Hispana.

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  • Los cubanos, sus sonrisas y los hábanos, el mejor regalo para el turista.

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  • Una famosa cartilla de racionamiento de un cubano.

 

CENTRO HABANA

Lo más destacado es su Capitolio, es curioso que el de Washington D.C. esté inspirado en este, puesto que el Capitolio de La Habana es más alto y más rico en detalles. Su coste es de 4 CUC y costó terminarlo 3 años y medio. Hasta 1959 fue la sede del Congreso cubana pero actualmente alberga la Academia cubana de Ciencias.
Está construído con piedra caliza y granito, nada más entrar se aprecian 6 columnas dóricas en lo alto de la escalinata principal. Lo que más impresiona al turista es el Salón de los Pasos Perdidos en cuyo centro está la estatua de la República, se trata de una mujer de bronce de 11 metros que simboliza la virtud del Pueblo y el Trabajo.

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  • Capitolio Nacional de La Habana, construído en 1929.

La Fábrica de Tabacos Partagás es seguramente la fábrica de puros más famosa de toda Cuba. Fue fundada a mediados del siglo XIX por un español. Los circuitos merecen mucho la pena, el proceso de empaquetamiento del tabaco se lleva de manera muy cuidadosa. Estos tours son algo caros, 10 CUC (unos 12 euros). Hoy en día la fábrica sigue abierta, trabajan alrededor de 350 personas y entre los puros más famosos, sobresalen los Montecristo y Cohiba. Recomendable no solo por el hecho de conocer el proceso de fabricación sino también por conocer el ambiente laboral cubano.

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  • Los mejores puros de Cuba se hacen en esta fábrica.

Cerca del Capitolio, no se debe pasar por alto el Parque Central, hay un monumento en honor a José Martí, héroe de la patria. Recomiendo acercarse a la famosa esquina caliente, hay un grupo de locales que cuando no están hablando de Beisbol están hablando de política. Algunos serían grandísimos entrenadores o ministros. Pueden pasarse horas y horas conversando.

El Museo de la Revolución, con un precio de 6 CUC, construído a principios del siglo XX, recorre en la sala más importante del museo la vida de gente tan ilustre cubana como el Che Guevara, Batista, Fidel Castro y en otra analiza la etapa precolombina de Cuba hasta el régimen socialista actual.

El Barrio Chino en el que en realidad no viven chinos también merece un vistazo. Hace 80 años llegó a ser la mayor la colonia asiática más grande de toda América Latina, pero en la década de los 60 la mayor parte de chinos emigraron a EE.UU al ver mayores oportunidades de éxito.

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  • Entrada al Barrio Chino de La Habana.

 

VEDADO

El núcleo más comercial, más norteamericano, con más zonas residenciales  y más capitalista por decirlo de algún modo de La Habana.

La Plaza de la Revolución es la plaza más famosa de La Habana, es el lugar de celebración de las grandes concentraciones políticas, todos hemos visto a Fidel Castro ofrecer multitudinarias arengas por Televisión o al Papa Juan Pablo II cuando se dirigió a la nación delante de 1 millón de personas congregadas en 1998. Pues esta plaza es el lugar elegido para todos estos mítines. Hay un gran mural del Che Guevara con las palabras "Hasta la Victoria Siempre" que impresiona al turista nada más llegar a la plaza.
En el centro de la plaza también se encuentra el monumento más alto de la ciudad, es el Memorial a José Martí y mide 138,5 metros.

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  • El mural del Che y su famoso lema.

Con más de 8 kmts de largo, el Malecón es el popular paseo marítimo de La Habana, es uno de los lugares más joviales y más auténticos de Cuba, Hemingway una vez lo definió como "El teatro al aire libre más auténtico de La Habana". En el Malecón la vida pasa sin pensar en el tiempo, es un lugar de ocio, de reminiscencias, de goce. Ya solo merece la pena ir a La Habana a contemplar un bonito atardecer. Está lleno de jóvenes que se zambullen al océano, que se juntan con amigos, se forman debates políticos, todo esta algarabía rodeado de edificios cochambrosos, demolidos e irreparables.

El Hotel Florida es uno de los grandes espectáculos arquitectónicos al más puro estilo colonial de la ciudad. Es una joya colonial, insisto. Construído en 1836. Posee unos maravillosos acabados y un bar nocturno un tanto caro pero muy elegante.

No se puede ir uno de La Habana sin probar los míticos helados de Coppelia, la cadena nacional por antonomasia. Recomiendo fervientemente los sandwiches helados, hay dos colas, una para los cubanos y otra para los extranjeros, eso si, como en casi todos los sitios, el precio es bastante más caro que para los locales, pero aún así merece la pena probar estos helados artesanos.

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  • Los mejores helados de Cuba, en Coppelia.

Hay otros puntos de interés a las afueras de Cuba, en el oeste de Vedado se encuentran las playas de Miramar, en este barrio de amplias avenidas y de apariencia elegante conviven las diferentes embajadas de La Habana. Las playas no están mal pero son incomparables a las aguas cristalinas de Varadero, de todos modos es un lugar ideal para un día de relax si uno está cansado del trajín del centro de la ciudad.

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  • Cuba es sinónimo de playas. En la imagen, playa de Miramar.

Última recomendación: ¡visitar un paladar!, se trata de un restaurante privado cubano donde se desplega lo mejor de la gastronomía cubana. Por un módico precio se puede disfrutar de la deliciosa cocina local junto al encanto de compartirlo con una familia cubana. ¡Ese es el verdadero regalo!

La Habana es una ciudad de constantes paradojas que combinan la arquitectura más bella con la decadencia de las principales calles de la ciudad. Con una historia fascinante a sus espaldas y una "vida" callejera tan genuína, no es extraño pensar que La Habana sea una de las ciudades más interesantes que se pueda conocer.

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  • Mercado dominical en pleno centro de La Habana.

La mística de la revolución cubana desaparece en cuanto uno pone los pies en La Habana, puerta de entrada de todo visitante que llega a Cuba. No deja de ser un milagro que este sistema político fruto de las revoluciones socialistas del siglo XX y de la consecuente guerra fría siga estando vigente entrado ya el siglo XXI y finiquitadas las condiciones políticas que lo originaron. Lo cierto es que Cuba sigue siendo hoy un destino más que interesante para cualquier viajero que se precie ya que aúna la belleza y la intensidad de unos paisajes que parecen transportarnos a algún lugar perdido de nuestra memoria colectiva, con una riqueza cultural, histórica y humana que puede exceder cualquier expectativa preliminar. A todo ello hay que sumar la indudable curiosidad que despierta el régimen castrista y las formas de vida que impone a cubanos y a visitantes que marcan el día a día de una manera tangible y única que no deja a nadie indiferente.

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Comentarios

  1. "Qué puros!!!.Estarán acostumbrados esa gente!!!
    Saludos"

    Victor Uribe 12 diciembre 2013 18:51:08
  2. "Me recomiendas este viaje?
    Hablaremos...
    Ciao!!!"

    Sergio 17 enero 2014 23:55:30
  3. "Las fotos me encantan... pero no sé si me apetecería ir por allí.
    Un abrazo"

    María Solanas 9 marzo 2014 21:38:25

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